Iván, Ana, José, Silvia...
la pasión por la cultura del vino


Enología, bodega, viticultura... por un vino ético

¡Creciendo Juntos!

Cuando una persona se dedica a algo que le enamora... no tendrá que ir a trabajar nunca más.

¡Y en eso estamos!

Iván Gómez

Iván Gómez MarcosEquipo Bodegas Gratias

Soy, Iván Gómez Marcos, el responsable de esta locura tan bonita y tan emocionante de Bodegas Gratias,… soy el vínculo de toda la familia gratias con el vino, con la viña y con la Manchuela.

Siempre cercano a las uvas, fui quién contagio a Ana el amor por el vino por aquellos años de noviazgo universitario y fui quién le animo a estudiar Enología tras terminar Agrícolas. Y a Ana, como buen hermano, le siguió de cerca José Armando, por lo que Silvia ya estaba perdida, se acababa de rodear de locos del vino, así que la cosa no pudo acabar de otra forma… y al cabo de 10 años acabamos haciéndonos bodegueros, porque como un día me dijo un gran jefe que tuve, cuando te pica el gusanito del vino estas perdido…

Más sobre Iván...

Aún recuerdo el primer viaje enológico de los cuatro al Somontano en 2004 con el que era, el nuevo coche de José, ese Mondeo que ahora es nuestro coche de campo, ese viaje nos unió sin darnos cuenta en un camino de vida y vino que nos ha llevado hasta hoy.

Mi historia es como la de muchos niños de los 80, soy hijo de 2 inmigrantes que tuvieron que marchar a buscarse la vida en Suiza, mi madre gallega, de la Ribera Sacra, mi padre manchego, de la Manchuela. Mis padres se conocieron y se casarón allí, en un pequeño pueblo de la zona francesa, pero al decidir formar una familia decidieron volver a España, y como no se ponían de acuerdo sobre donde (cada uno quería volver a su tierra) decidieron venir a Valencia porque venían de vacaciones y les gustaba… pero ahí perdió un poco mi madre, porque Alborea, el pueblo de mi padre está a apenas 100 km, así que nuestro lugar de fines de semana, veraneo y fiestas de guardar siempre fue Alborea.

Y es aquí, en mi pueblo, donde la viña y el vino siempre me han acompañado, en mi casa siempre se bebe un vaso de vino en la comida, mi madre rosado y mi padre tinto, yo como buen winelover le tiro a todo… por eso cuando tuve que elegir carrera, opte por Agrónomos, porque me gustaba el campo y mientras estudiaba trabaja en la viña como jornalero para ganarme unas ‘perrillas’, además de ayudar a mi padre en la viña de mi abuelo desde que empecé a caminar.

Y en 2001 todo cambio, yo estaba en 3º Agrónomos y desde la cooperativa del pueblo me ofrecieron trabajar en vendimia en la bodega, a lo que yo dije que sí, me pagaban más y si llovía no me mojaba pero yo no sabía qué me iba a picar ese gusanito del vino. Trabaje como operario 3 meses, en mi vida he limpiado tantos depósitos, pero Juan (bodeguero Coop San Isidro) a ratitos me enseñaba a tomar densidades, me daba algunos vinos a catar y me explicaba las cosas básicas: remontado, sombrero, fermentación, lías… y desde aquí ya no hubo vuelta atrás, el vino ha sido mi vida y he arrastrado a todo el que se acercaba a mi hacia él.

Luego vino el gran Pepe Mendoza y Cia, las vendimias ‘overseas’ (Chile, Argentina, Nueva Zelanda…) y los maravillosos años en Moixent, en Celler del Roure, para finalmente dar el último paso antes de Bodegas Gratias, nuestra empresa de asesoría enológica TresGe Wine Consulting. En todos estos años he conocido a gente magnifica (muchos de ellos están en la etiqueta de Maximas) y he aprendido muchas cosas, he ido evolucionado como enólogo y agrónomo hacia bodeguero y viticultor, desde un modo más técnico y riguroso hacia un modo más intuitivo y natural para convertirme en el viñador que soy ahora.

…gratias al mundo por darme la oportunidad de trabajar junto a mi familia en algo que me apasiona tanto como el vino, alguien dijo: dedícate a algo que te enamore y así no tendrás que ir a trabajar nunca más, y en eso estamos…

Ana Gómez

Ana GómezEquipo Bodegas Gratias

Lo que empezó siendo un hobby, pasó a ser una profesión y cada día que pasa, una pasión mayor.

El vino se ha convertido en una parte más de mi vida, de forma que no me imagino haciendo otra cosa, pues ya no sería la vida que actualmente tengo. La paz y la armonía de estar en la viña, la pasión de hacer el vino y la satisfacción de compartirlo y ver cómo los demás disfrutan con lo que hacemos, hace que todas las horas, esfuerzos y sacrificios, merezcan la pena. Para mí no hay nada que llene más el espíritu que hacer disfrutar a la gente que bebe nuestros gratias.

Más sobre Ana...

Bodegas gratias es un reto constante. Solo se concibe un proyecto así, teniendo el apoyo y la ayuda de la familia y teniendo la convicción de que estamos haciendo algo grande y positivo, no sólo para nosotros a nivel empresarial, sino que estoy convencida de que estamos haciendo algo a nivel global que transciende a todos y será el legado de las generaciones presentes y futuras. Valorar nuestro patrimonio vitivinícola hará que los demás lo pongan en valor y podamos disfrutar todos de ello.

Silvia Araque

Silvia AraqueEquipo Bodegas Gratias

"La Tierra no pertenece al hombre. El hombre pertenece a la Tierra".

En el tiempo en que José, Ana e Iván estaban cursando sus estudios de Enología, yo estaba en Beijing haciendo mis prácticas de Acupuntura, había finalizado la formación de terapeuta profesional de Bach y estaba en el trayecto de Astrología y la maestría de Reiki. En aquel momento nada me hubiera hecho pensar que unos años más tarde, se integrarían ambos caminos. Cuando terminé la carrera de Ingeniería Agrícola y empezaba a ubicarme laboralmente, la vida me colocó en un lugar, que ahora puedo llamar "mágico", donde todo lo que había considerado importante y formaba parte de mis cimientos, se deshacía. Una nueva persona surgió. Un cambio de perspectiva en todos los niveles se dio en mí y lo que había sido importante hasta ese momento, simplemente dejó de serlo.

Más sobre Silvia...

Comenzó un proceso de conciencia personal que te da la vuelta como un calcetín. No avisa, solo sucede y lo mejor que se puede hacer ante estos procesos es dejarse llevar. Lo aprendí después, je, je, je.

Cuando me propusieron que participara de forma visible en este proyecto, no sabía muy bien cuál podía ser mi papel. Mi labor profesional-vocacional ya estaba encauzada como terapeuta transpersonal ayudando a otras personas en sus procesos conscienciales, gestión del conflicto y desarrollo personal desde la conciencia sin dejar de lado, la maternidad. Dentro también salía la pregunta: ¿por qué no llevar a todo el proyecto lo que estaba aprendiendo? Empezamos a experimentar con las flores del Dr. Bach, haciendo dinamizaciones, radiestesia, aplicando la astrología. Y por supuesto, trabajar en grupo nuestras personalidades con el objetivo de que nuestros talentos se pusieran al servicio de todo lo que fuera a surgir, y al mismo tiempo ir transformando nuestras debilidades en oportunidad de autoconocimiento. El vino es un ser vivo, es alquimia y todo junto hizo que me enamorara de …gratias.

Dije SÍ desde la alegría, la ilusión, la conciencia y la ética personal que supone estar en un proyecto que cuida la Tierra, a las viñas y a las personas que participamos. Un proyecto lleno de Amor y con la mejor compañía, mi familia.