Crónica de la añada 2017
27 noviembre, 2017Vino ético según Iván
1 julio, 2018Ciertamente, me ha costado muchas horas sentarme a expresar con palabras la forma que tenemos de vivir y de entender la vida y como vivirla para conseguir la máxima aspiración para nosotros que es ser feliz.
Para nosotros el vino es nuestra forma de vida, lo hemos interiorizado así y forma parte de nosotros, por lo que parece lógico trasladar como entendemos la vida en general a nuestra pasión, el vino, de este modo y tras una de esas largas charlas que acostumbramos a tener entre los tres, surge el concepto de Vino Ético.
Porque hay muchas cosas que a veces parecen obviedades y que no se practican en el día a día… como por ejemplo los conceptos de la honestidad.
Creemos firmemente y por eso lo practicamos, en un precio JUSTO y DIGNO al agricultor por el kilo de uva, porque el campo es la base indispensable y el trabajo del agricultor es esencial para que podamos disfrutar un día cualquiera de una copa de vino sólos o con buena compañía. Y, ¿por qué en mayúsculas? Porque evidentemente no toda la uva tiene el mismo valor, pues según las características de la misma, va destinada a un producto final u otro, de ahí el concepto de justo y digno, porque el agricultor tiene derecho a ganarse la vida de su trabajo sin esperar a la subvención de turno.
En Bodegas Gratias lo que hacemos es promover la recuperación de ese patrimonio tan valioso que tenemos como es la uva Bobal, viñedos viejos, poco productivos que no se valoran porque han pasado su “peak” productivo y ya no son rentables para llevarlos a la cooperativa, que nuestro vecino agricultor mayor está decidido a arrancar para plantar planta joven en el mejor de los casos y en el peor, abandonar el cultivo. También nos aliamos con ese agricultor joven, que quiere cambiar las cosas, que vuelve al pueblo a recuperar el viñedo que sus padres ya no van a trabajar y que tiene la ilusión de ver cómo con sus manos y el esfuerzo de su trabajo pone de nuevo en marcha sus viñedos. A este agricultor le asesoramos indicándole como queremos que cultive la parte del viñedo cuya uva compraremos.
Y nosotros en nuestro propio viñedo, practicamos las técnicas que hemos aprendido trabajando para otros en Alicante, Valencia, Montsant, Albacete, Chile, Argentina, Nueva Zelanda, aplicando nuestros conocimientos con el objetivo final de conseguir ese racimo de Bobal que alcance la excelencia dejando al propio viñedo ser y sentir. Nuestro majuelo es nuestro pequeño campo de pruebas en el que deshojamos o aplicamos nuevos productos ecológicos, o hacemos distintas pruebas de poda,… en definitiva, un pequeño paraíso en el que comprobamos lo increíblemente difícil de manejar que es este cultivar.
Del campo a la bodega, donde somos consecuentes con todo el trabajo y mimo que durante el año hemos invertido en el viñedo, de este modo lo que hacemos es intentar obtener el máximo potencial de esas joyas de racimos, supliendo la falta de medios con conocimientos técnicos.
Nuestro objetivo: obtener un vino que se pueda disfrutar en su plenitud, sin maquillajes, sin “prostituirlo” por no ser digno de ser monovarietal.
Finalmente finalizamos nuestro concepto de Vino Ético en la comercialización del vino, minimizando los intermediarios, vendiendo el vino a precios que sean asequibles a todos los bolsillos, pues queremos socializar el consumo de vino de calidad, porque nuestra producción es limitada, pero no por ello prohibitiva.
Alguien nos dijo que estamos locos, pero no hay nada que satisfaga más nuestros corazones que ver como la gente disfruta con nuestros vinos, bueno eso e intentar dejar con nuestro granito de arena un mundo mejor para nuestros hijos.
…gratias máximas a tod@s los que habéis hecho posible estos vinos éticos…